Andrea Gaytan 3°D

Un "no" hizo que Daniel Espinosa se "entercara" con la joyería. Al pedirle asesoría a un exitoso joyero, éste le dijo que descartara el oficio, que el camino era demasiado duro y no podría lograrlo. En ese momento, Daniel se propuso no sólo intentarlo, sino convertirse en el mejor joyero de México y lograr que sus piezas fueran lucidas por mujeres de todas las latitudes.
El haber nacido en Taxco, con su gran tradición platera y artística influyó en su vocación. Daniel comenzó con un pequeño negocio de joyería como tantos otros que hay en esa ciudad guerrerense, pero pronto se dio cuenta de que quería y podía hacer las cosas de forma diferente.
Dejó todo para irse a estudiar: primero al Gemological Institute of America -"el Harvard de la joyería"- a Santa Mónica, California; después historia del arte a Florencia, moda a Holanda y marketing a Nueva York. Al regresar, presentó su primera colección de joyería en forma, con la firma Daniel Espinosa, en 1997.
A pesar de la fama de México como productor de plata, para Daniel fue duro enfrentarse a la incredulidad de nacionales y extranjeros al comenzar a hablar de diseño mexicano de joyería; sin embargo su objetivo estaba claro: darle una nueva cara a la joyería hecha en México.

"Es necesario tener dos cosas: la certeza en que las cosas suceden con el trabajo constante, y la oportunidad, estar en el lugar correcto en el momento correcto. Cuando las dos se unen, se da el chispazo que da la vuelta a cualquier circunstancia adversa", dice Daniel. Las decisiones correctas hicieron que, en pocos años, sus joyas adornaran a estrellas internacionales como Madonna y Nelly Furtado. Daniel Espinosa tiene boutiques en todo el territorio nacional y sus joyas se venden en Estados Unidos, España, Francia, Alemania, Italia y hasta Sudáfrica.
Ahora, Daniel disfruta al viajar por el país y por el mundo y sentir otras culturas, cuyas influencias incorpora a sus colecciones de joyería. Actualmente tiene tres proyectos en puerta en los que trabaja intensamente: el lanzamiento de una línea masculina, una más de artículos para el hogar y otra para bodas, desde accesorios pensados para el gran día hasta cada elemento que visten un evento de este tipo.